tras marcharse de casa a los dieciocho años, una inesperada reunión familiar parece la ocasión para restablecer la relación perdida. ¿Lo será?
Volver a casa para la boda de su padre no será fácil para Adele. No solo porque no ha vuelto desde que cumplió los dieciocho años, sino lo que es peor, porque se enamoró del socio de su progenitor y se marchó dejando tras de sí un buen desastre.
Pete, quince años mayor que ella, había sido su amor desde que tenía uso de razón. Sin embargo, aunque ella lo veía como algo más, para él no era sino una confusa amistad.