Amy Reed nació y creció cerca de Seattle, donde asistió a un total de ocho colegios hasta llegar a los dieciocho años. Las mudanzas constantes le enseñaron a ser una persona inquieta y el hecho de que fuera hija única sirvió para que se dedicara a utilizar la imaginación haciendo cosas divertidas. Tras pasar una corta temporada en el Reed College, se mudó a San Francisco y pasó bastantes años sirviendo cafés y metiéndose en problemas. Se graduó en la escuela de cine, pero pronto se dio cuenta de que no quería dedicarse a rodar películas sino a hacer algo tan poco práctico y que siempre le había gustado, como escribir, así que se licenció en Arte y Literatura en el New College de California. Ha publicado historias cortas en periódicos como Kitchen Sink, Contrary y Fiction. Actualmente vive en Oakland con su marido y dos gatos, convencida de que el norte de California es ahora su hogar en lugar del noroeste del Pacífico.